Por Juan Francisco Morales, Director General de ASINFO
Estamos al borde de una nueva era en la invención humana. Las decisiones que tomemos hoy sobre el desarrollo y uso de tecnologías emergentes, en particular la inteligencia artificial (IA), determinarán el rumbo de nuestro futuro.
En los últimos años, hemos presenciado un auge en la adopción de soluciones en la nube, SaaS e IA. Sin embargo, muchas empresas aún no logran maximizar el potencial de estas herramientas, lo que ha llevado a una reevaluación estratégica. La priorización ahora está en la eficiencia de costos y en extraer mayor valor de las inversiones previas, aprendiendo de errores como alianzas con proveedores inadecuados.
A pesar de un enfoque más cauteloso, el optimismo tecnológico prevalece. Según Forrester, el 91% de los CEOs planean aumentar su gasto en tecnología en 2025, con más de la mitad proyectando un crecimiento superior al 5%.
Sin embargo, este crecimiento no estará exento de desafíos. Los líderes esperan que la tecnología entregue valor tangible y operativo, y el foco estará en optimizar e integrar las herramientas existentes para maximizar resultados.
Cuatro predicciones clave para 2025
1. La IA se enfocará en resultados pragmáticos y medibles
Si bien la fascinación por la IA generativa y otras innovaciones ha sido palpable, el 2025 marcará una transición hacia la aplicación práctica. Los líderes buscarán proyectos que generen beneficios claros, como la automatización de procesos operativos y la personalización de la experiencia del cliente. Las soluciones que resuelvan problemas puntuales y ayuden a tener un enfoque global de la empresa marcarán la diferencia.
2. Las estrategias tecnológicas se centrarán en la optimización
El nuevo mantra será: “hacer más con lo que ya tenemos”. Las empresas invertirán en capacitación interna para mejorar la adopción de herramientas existentes y trabajarán intensamente con sus sistemas para integrar procesos y optimizar flujos de trabajo. Este enfoque permitirá desbloquear el valor oculto de inversiones previas, especialmente en soluciones de nube e IA.
3. La sostenibilidad tecnológica será una prioridad estratégica
Más allá del rendimiento financiero, los CEOs deberán alinearse con metas de sostenibilidad. Esto implicará adoptar prácticas tecnológicas responsables, como optimizar el consumo de energía de los centros de datos y priorizar herramientas que promuevan economías circulares. Más que una cuestión ética, la sostenibilidad será clave para destacar en un mercado global competitivo.
4. La experiencia del empleado como prioridad tecnológica
La IA generativa alcanzará su máximo potencial cuando las empresas rediseñen sus flujos de trabajo e impulsen una adopción universal entre sus equipos.
Las soluciones tecnológicas integradas en sistemas actuales, como ERP y CRM, serán clave para simplificar procesos y mejorar la productividad. Los líderes exitosos priorizarán herramientas diseñadas con un enfoque humano, garantizando que no solo se adapten a los procesos, sino que también impulsen el bienestar y la satisfacción de los empleados.
Este enfoque transformará la productividad en un motor de innovación y colaboración, posicionando a las empresas que lo adopten como referentes en su sector.
El camino hacia el alto rendimiento
Para 2025, los líderes empresariales deberán combinar visión estratégica con acciones pragmáticas. Creo firmemente que el éxito no se basa únicamente en adoptar nuevas tecnologías, sino en usarlas de manera inteligente para desbloquear su verdadero potencial.
El futuro no es algo que esperamos, sino algo que creamos. Les invito a todos los tomadores de decisiones a invertir tiempo y recursos en estrategias claras que transformen la tecnología en un motor de alto rendimiento.
Si están listos para llevar a sus empresas al siguiente nivel, en ASINFO estamos aquí para acompañarlos en este emocionante viaje hacia la transformación digital.